Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. (Mateo 5:3)
Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee. (Lucas 12:15)
Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho. (Juan 14:26)
Que Tu presencia me acompañe hoy en cada uno de mis pasos Señor, y que Tu luz resplandezca en todo lo que hoy desempeñé.
Que el día de hoy sea un día de esperanza, y ánimo Padre, que recuerde cuando las cosas no vayan a mi favor que nunca me abandonarás y que en tus tiempos, echarás a andar ltus maravillosos planes en mi vida.
Te agradezco una vez más Padre por ver un nuevo amanecer, y Te pido que hoy sea mucho mejor que ayer y que de este día aprenda lo que necesito, para crecer en Tu voluntad y servirte mejor el día de mañana.
Gracias por este día que pones para mi disfrute Padre, en tus amorosas manos encomiendo todo lo que en el emprenda. Dame por favor Tu bendición, Señor y que Tu presencia me acompañe hoy y siempre.
Que nunca decrezca mi esperanza y que me mantenga siempre firme en Ti, Señor, pues contigo a mi lado, no existe circunstanica que pueda derrotarme o deternerme en aquello que tienes para mi.
Señor, aunque a veces piense que lo necesito todo, no te pido nada más porque me permites caminar a Tu lado y contigo y con Tu presencia gloriosa, de nada en este mundo tendré necesidad.
Señor, Te pido hoy: sé luz en mi mente, paz en mi corazón, sabiduría en mis decisiones y amor en mis relaciones. Te necesito, sólo tú puedes aliviar mis sufrimientos.