Señor, Justo y divino juez, acompáñame en mi día a día y defiéndeme de quienes intenten hacerme el mal. Muéstrame Tu camino de Luz, que yo lo seguiré sin miedo.
El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente. Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; mi Dios, en quien confiaré. (Salmo 91:1-3)
Señor, gracias por tu amor, tu gracia y tu misericordia, porque ellas perduran en el tiempo, gracias por mostrarme siempre Tu bondad y guiarme por caminos de bienestar y de paz.
Examíname, oh Dios, y sondea mi corazón; ponme a prueba y sondea mis pensamientos. Fíjate si voy por mal camino, y guíame por el camino eterno. (Salmos 139:23-24)
"Se feliz, porque la piedra nunca es tan grande si confías en Dios, porque las injusticias acaban pagándose, porque el dolor se supera, porque el coraje te levanta, porque el miedo te fortalece, porque los errores te hacen aprender y porque nadie es perfecto. DIOS hoy, camina contigo. Feliz Día."
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