Devocional:
Después le apareció Jehová en el encinar de Mamre, estando él sentado a la puerta de su tienda en el calor del día. (Génesis 18:1)
La vida de quien tiene fe estará marcada por una relación íntima y personal con Dios. En el Génesis 18, vemos que Abraham recibe la visita de Dios en persona, acompañado de dos ángeles. A esto lo llamamos teofanía. El propósito de este encuentro era revelar a Abraham lo que iba a realizar: (1) el nacimiento de Isaac tendría lugar un año después de este encuentro y (2) la inminente destrucción de Sodoma y Gomorra, que pondría en peligro a la familia de Lot.
Dios nos ha dado a conocer sus propósitos a través de las Escrituras. El cristiano sabe exactamente de dónde viene, dónde está y a dónde va. A través del mensaje vivo que se puede leer tan claramente en la Santa Biblia, entendemos lo que el Padre está haciendo en el mundo, lo que hará en nosotros y a través de nosotros (a pesar de nosotros). Este conocimiento nos hace humildes, agradecidos y dependientes, encendiendo en nuestros corazones la llama de una vida virtuosa y fructífera. Damos gracias a Dios por el don de la Escritura, por el privilegio de conocer lo que nos ha revelado con tanta claridad en el texto sagrado.
Génesis 18 me recuerda que Dios me ha llamado a experimentar una relación profunda e íntima con Él, y que Él hablará claramente a mi corazón a través de las Sagradas Escrituras.
Oración:
Señor, que las verdades de Tus Santas Escrituras, sean grabadas en mi corazòn de manera que pueda experimentar una relación íntima contigo, y de ella, servirte con la fidelidad que deseas que lo haga, siendo instrumento para Tu gloria y cumpliendo el plan y la voluntad que tienes guardada para mi vida. En el nombre de Jesús, AMÉN.
