Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros. (Efesios 3:20)
Cuando mi hijo mayor era pequeño, y había la posibilidad, solía llevarlo a una jueguetería cercana a nuestra casa. Al llegar mirábamos a nuestro alrededor y lo invitaba a que eligiera algo; él detallaba con precisión las figuritas de Star Wars. Yo miraba el avión de control remoto de Luke Skywalker, uno de los personajes principales de la saga, pensando que eso es lo que compraría si fuera él. Él realizaba su elección y acto seguido yo le decía: “Pensaba regalarte algo mejor que eso”, a lo que siempre respondía con afirmar y elegir lo que le había recomendado.
Al cabo de un tiempo se enteró de que a su padre le gustaba hacer regalos a sus hijos. Llegó a comprender que era mejor decir: “No sé qué elegir, papá. Tú eliges por mí. Descubrió que mis elecciones eran mucho mejores que las que él mismo hacía, la gran mayoría de las veces.
¿Alguna vez le has dicho a Dios: “Esta es la forma en que creo que debes hacerlo, pero que se haga tu voluntad y no la mía”? Algunos pueden decir: “No voy a decirle eso a Dios. Si lo hago, me obligará a hacer cosas que no quiero hacer”. Creo que una persona que piensa esto tiene una idea distorsionada de Dios, una idea errónea de que su voluntad será siempre algo indeseable. Dios puede estar diciendo “no” a algo que le has pedido porque quiere darte algo mucho mejor de lo que pensabas o pedías.
No tengas miedo de dejar que tu Padre elija por ti; nadie mejor que Él para saber lo que te es mejor.
Oración diaria: Señor, dame la obediencia y la humildad para aceptar todo aquello que colocas en mi vida, se que en el trabajo que deseas realizar en mi, todo obra para bien aún cuando yo inicialmente no pueda verlo; por ello dame también la paciencia Padre, para esperar con confianza y tranquilidad, los resultados de la obra que estás realizando en mí.
Estudio Bíblico Contextual del Devocional de Hoy:
Resumen de Capitulo Efesios 3:
En Efesios 3, Pablo habla de la revelación del antiguo misterio de Dios, mostrando que el evangelio de Jesucristo, reveló el plan redentor de Dios para la humanidad de una manera perfecta y eficaz.
Describe en qué situación le encontró la gracia de Dios. Él, “el más pequeño de todos los santos”, pasó a proclamar el evangelio. La intención de esta gracia es revelar partes de la formidable sabiduría de Dios.
Por último, Pablo ora para que los efesios crezcan en el conocimiento de Jesús y comprendan la amplitud del amor de Dios.
Esbozo de Efesios 3:
3.1 – 6: La revelación del antiguo misterio de Dios
3:7 – 12: Pablo el ministro del Evangelio y la intención de la gracia
3 – 21: La oración de Pablo y la comprensión del amor de Dios