Señor, a Ti, que eres mi refugio en todo tiempo, mi luz en la oscuridad de las pruebas, mi salvación ante los ataques del mal, vengo en este día a pedirte que cuides y guíes cada uno de mis pasos; que en mis acciones, palabras y pensamientos, yo Te refleje y Te agrade, que en medio de la adversidad confíe plenamente en Ti, de forma que mi paz y mi tranquilidad se mantengan firmes y que en medio de las bendiciones que hoy pondrás en mi camino, me mantenga agradecido aceptando con humildad, la misericordia que renovada y sin condiciones me entregas cada mañana.
Finalmente Padre, pongo hoy en Tus poderosas manos mi vida, mis necesidades, mis anhelos y deseos y mi esperanza y Te pido me des la sabiduría necesaria para obrar según Tu voluntad con la paciencia de quien espera firme y con gozo la realización de tus promesas de bien que has legado para cada uno de los que creen en Ti y Te sirven fielmente.
Gracias Señor por escuchar mi clamor y por mantenerte siempre atento a mi situación, a mis luchas, a mis tristezas y mis angustias y a todos mis problemas, como el Pastor amoroso y misericordioso que con celo cuiada a Su rebaño del mal y lo proteje de todo enemigo.
Que en este día reine Tu voluntad y no la mía, Padre.
En El Nombre de Jesús, Amén.