Señor, gracias por este nuevo día que has hecho para el disfrute de Tu creación maravillosa y para el reconocimiento de Tu amor y misericordia que se renuevan cada mañana, y me dan la oportunidad de seguirte, servirte y glorificarte un día más.
Hoy Te pido Señor, que me permitas aprovechar con sabiduría este día de fin de semana, que sea para el descanso físico y también para la recuperación de las energías de mi mente y la tranquilidad de mi espíritu en un mundo y en una rutina que nos invita a ir más rápido y cada vez también por más. Por ello en medio de ese caos de velocidad y prisa, Te pido que renueves la paz de mi corazón y la claridad de mi mente y mis decisiones, para que no me apresure por conseguir aquello del mundo que considero que me falta, sino que ponga mis ojos en los más importante, que son Tus cosas Padre: la transformación de mi carácter y mis actitudes por aquellas que te honren y te glorien y el cumplimiento de Tu Palabra para poder ser digno y tener una esperanza fortalecida en Tus promesas eternas.
Que hoy reine también Tu voluntad en mi vida Señor, que Tus planes sean los que gobiernen mi caminar y que esté yo alerta a centrar mi atención y escuchar las múltiples maneras en las que intentas hablarme; mediante un hermano, una situación, a través de la revelación de Tu palabra en un momento dado, entre muchas otras; y que cada paso que dé lo realice en total confianza y tranquilidad del resultado final, sabiendo que todo en mi vida obra para el bien, pues Tú estás ahi no sólo como un Padre amoroso y misericordioso sino como vigilante y guardian de cada uno de mis pasos.
Gracias Señor por brindarme hoy también el mayor galardón, que es contar con Tu presencia.
En El Nombre de Jesús, Amén.