El camino de Dios es perfecto; la palabra del Señor es intachable. Escudo es Dios a los que en él se refugian. (Salmos 18:30)
Digirnos por los caminos de Dios, implica principalmente oir como Él nos habla. El Señor usa principalmente su Palabra para guiar nuestras acciones, pero también, acontecimientos aleccionadores, personas, situaciones apremiantes que nos ayudan a fortalecer nuestra fe. Mantengámonos alerta a cada una de sus señales, encontremos el aprendizaje, el mensaje en cada situación que nos toque vivir y no desistamos en tratar de entender lo que Dios quiere decirnos. Seguir su camino es tener la voluntad de escucharlo con atención.