Lámpara de Jehová es el espíritu del hombre, La cual escudriña lo más profundo del corazón. Proverbios 20:27
Cuando Dios no parece responder a nuestras oraciones puede ser duro. A veces, francamente horrible. En un momento nuestra fe nos hace confiar decididamente. Al siguiente, sentimos que nos desplomamos, cuándo Las preguntas del «por qué» asaltan y roban nuestra paz. ¿Te ha pasado alguna vez?.
Para poder superar esa trampa de la duda, hay una verdad que no debes nunca pasar por alto: Dios sabe lo que hay en ti. Él ve lo que te hace responder a las dificultades como lo haces, y que es lo que requieres para afrontar cada vez, de mejor forma, las pruebas de tu propia vida. Y ten la seguridad de que Él lo entiende todo mucho mejor de lo que tú podrías comprenderlo jamás.
En esos momentos de demora en escuchar la voz del Señor, puedes sentirte aislado, abandonado e incomprendido, pero ten la seguridad de que Tu Padre de los cielos, ve, conoce el dolor que llevas dentro y está al tanto de los deseos de tu corazón. Pero, ¿Por qué no los responde? Porque Él también está al tanto de lo que necesitas para satisfacer las necesidades reales y profundas dentro de ti -libertad de la esclavitud, sanidad de las heridas, fortalecimiento del carácter, y una fe más profunda en Él. Esos son los detalles que Él puede ver y de los que tu puede no ser consciente, pero que determinarán si realmente puedes disfrutar de las bendiciones por las que clamas. Él escudriña tus deseos más íntimos para prepararte y satisfacerte plenamente, según Su perfecta voluntad.
Por ello, ten la seguridad de que «Dios justo; bienaventurados todos los que confían en él.». Sin embargo, este versículo de Isaías 30:18 continúa diciendo: «Jehová esperará para tener piedad de vosotros». La razón por la que Él no ha contestado ciertas oraciones todavía es por misericordia que tiene hacia cada uno de sus hijos. Así que no te desanimes. Sigue confiando en Él porque ciertamente sabe lo que es absolutamente mejor para ti.
Señor, en medio de este momento de dificultad, Tú sabes lo que mi corazón anhela. Aún cuando no entienda completamente los tiempos de Tus respuestas a mi oración, Te doy gracias por guiarme siempre de la mejor manera posible, a los planes de bien y de bendición que se que has preparado para mí. En El Nombre de Jesús, Amén.
