Jehová guardará tu salida y tu entrada Desde ahora y para siempre. Salmos 121:8
Como mujer ocupada, sabes por experiencia, que la vida no siempre es fácil ni justa. Pero incluso cuando no entiendas por qué el mundo se desarrolla como lo hace, nunca pierdas la fe en la capacidad de Dios a través de ti para marcar la diferencia en ese lugar donde El Señor te ha puesto, para que seguramente cumplas con una misión que te ha asignado, y que irás descubriendo, paso a paso, conforme Él mismo te la revele, en el Inmenso plan que ha guardado para Tu futuro. Y es que la fe, es un foco espiritual que ilumina nuestro camino, por esta razón, ella puede -y debe- ser el sello distintivo de una vida bien vivida.
La mujer de renovada y sólida fe, siempre caminará confiada en Su Padre de los cielos, lo hará su fundamento, su ancla y su refugio, y ante los embates de las pruebas, sabrá esperar pacientemente y con templanza, la salida que El Buen Pastor, ha declarado entregar, junto con la prueba, a todos los que le siguen.
Así que la próxima vez que te encuentres ante una situación que te provoque miedo, pregúntate qué es más fuerte: tu fe o tu miedo. La respuesta debería ser obvia. Sea cual sea tu reto, sea cual sea tu pregunta, sea cual sea la montaña que debas escalar, Dios está ahí, y te ayudará a resolver todas esas cosas que hoy te angustian. Tu trabajo consiste en mantener la fe hasta que Él lo haga.
Dios nunca dejará que te hundas en tus circunstancias. Él siempre te proporciona una red de seguridad, y Su amor siempre estará presente, para rodearte.
Señor, haz crecer mi fe y mi confianza en Ti. Concédeme la fuerza para superar las dudas y la sabiduría para ver Tu mano en todas las cosas. Lléname de Tu paz y guíame para que pueda caminar con confianza en Tu amor y Tu gracia. En El Nombre de Jesús, Amén.