Dejad las simplezas, y vivid, Y andad por el camino de la inteligencia. Proverbios 9:6
Cada uno de nosotros se enfrenta cada día al mismo reto: mirar más allá de lo que podemos ver para ver lo que Dios percibe, comprender nuestras circunstancias desde Su punto de vista y elegir fielmente Su dirección. Ésta es una de las razones por las que es tan importante tener un tiempo de silencio diario, porque necesitamos recordatorios constantes de Su verdad. Necesitamos una exposición continua a la Palabra y a su testimonio del carácter de Dios.
Al fin y al cabo, nadie es más sabio que el Creador de todas las cosas cuando se trata de saber cómo puedes vivir una vida de éxito en esta tierra. Nadie tiene una comprensión más profunda de cómo puedes tener una vida sana y productiva que el Dios que formó tu cuerpo. Nadie tiene una comprensión más profunda de tu potencial que el Señor que moldeó lo más íntimo de tu ser e hizo que nacieras en tus circunstancias particulares. Nadie podría tener un plan mejor para ti que Él. Al fin y al cabo, Él creó todos los recursos naturales y todo lo que tiene valor real en esta tierra, incluidos los dones y talentos que posees. Nadie tiene más interés en que te formes y tengas éxito que Aquel que se entrego en cuerpo y sangre en la cruz por tu redención. Ciertamente, si Él dio tanto por ti, te guiaría de la mejor manera posible y nunca te negaría nada de lo que realmente necesitas (Romanos 8:32).
Amiga, cada día te traerá numerosas oportunidades de hacer valer la sabiduría de Dios sobre la tuya propia. No confíes en tu propio conocimiento limitado. Eso sólo conduce a problemas. Más bien, entrena continuamente tu mente, tu corazón y tu espíritu con Su verdad. Entonces podrás avanzar con confianza por el camino de Su comprensión y vivir.
Padre, ¡Tú eres Dios! ¡Tú conoces y comprendes todas las cosas! Elijo Tu sabiduría por encima de la mía. Que Te honre con mi vida en todos mis pasos. En el Nombre de Jesús, Amén.