Sustenta mis pasos en tus caminos, para que mis pies no resbalen. Salmo 17:5
¿Estás enfrentando incertidumbre sobre tu futuro? ¿Te preguntas por qué Dios no ha respondido aún tus oraciones o revelado con claridad el próximo paso? Sabes que Él conoce el final desde el principio… entonces, ¿por qué no te muestra todo el camino de una vez?
David también conoció esa tensión. Fue ungido como rey siendo apenas un joven pastor, pero no se le dijo cuándo ni cómo llegaría al trono. A lo largo de su vida, vivió victorias que lo llenaron de reconocimiento, pero también enfrentó años de angustia y persecución, huyendo del rey Saúl que buscaba matarlo. ¿Qué habría pasado si Dios le hubiera mostrado, desde el principio, todo el sufrimiento que le esperaba antes de recibir la corona?
El Señor sabía lo que David podía soportar en cada etapa. Por eso lo guió paso a paso. Le dio triunfos sin permitirle caer en el orgullo, y pruebas sin dejar que la desesperación lo venciera. Esa es también la manera en que Dios trabaja contigo.
En el camino de la vida habrá días brillantes y días oscuros. Por eso el Señor te pide que camines con Él cada día. No necesitas saberlo todo. Solo necesitas confiar en que Él irá delante de ti, guiándote, fortaleciendo tus pasos y dándote la gracia suficiente para hoy.
Confía en que, cuando sea el momento, Él te mostrará lo que necesitas saber. Su sabiduría nunca falla.
Padre, gracias por ser mi guía fiel en cada etapa de mi vida. Aun cuando no entiendo el futuro, decido confiar en tu tiempo y en tu plan. Ayúdame a caminar contigo día a día, con la seguridad de que me sostendrás y me mostrarás el camino correcto. Dame paz en la espera y fortaleza en cada paso. En el nombre de Jesús, Amén.