Fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar. 1 Corintios 10:13
La palabra «tentación» puede tener un significado distinto para cada persona. Algunos luchan por controlar sus palabras, otros enfrentan la tentación de caer en adicciones o conductas que desagradan a Dios. Sea cual sea tu batalla, recuerda esto: no estás solo. Cada creyente libra una verdadera guerra en su interior, un conflicto espiritual donde el enemigo ataca nuestras necesidades y deseos legítimos, que Dios mismo nos ha dado. Por ejemplo, el Señor nos creó con la necesidad de alimentarnos, pero el enemigo puede tentarnos a hacerlo de manera desordenada y dañina.
Cada vez que sobrepasamos los límites amorosos que Dios ha establecido, entramos en un terreno peligroso. Pero así como esta lucha es espiritual, también lo es la victoria. No peleas con tus propias fuerzas. El Espíritu Santo vive en ti y te capacita para elegir la obediencia en lugar de la desobediencia. Por eso, cuando sientas la tentación acercarse, corre inmediatamente a la presencia de Dios. Clama a Él y pídele ayuda.
El Señor te mostrará la salida. Tal vez te hará consciente de pensamientos que necesitas cambiar, tal vez te llevará a Su Palabra para fortalecerte, o quizás pondrá a tu lado a un amigo de fe que te anime y te ayude a mantenerte firme. Dios siempre te dará la salida, porque Él desea que vivas en libertad. Esa libertad es la que realmente necesitas y la que tu corazón anhela.
Señor, gracias porque me prometiste que nunca me dejarás enfrentar una tentación sin mostrarme la salida. Ayúdame a apoyarme en Tu Espíritu Santo cuando me sienta débil. Llévame a Tu Palabra, a buscar consejo sabio, y muéstrame el camino para vencer. Dame fuerzas para caminar en obediencia y ayúdame a vivir en la libertad que solo Tú puedes dar. Gracias porque siempre estás conmigo y porque me sostienes en cada batalla. En el nombre de Jesús, Amén.