Y daré bendición a ellas y a los alrededores de mi collado, y haré descender la lluvia en su tiempo; lluvias de bendición serán. Ezequiel 34:26
¿Te das cuenta de todas las maneras en que Dios puede bendecirte y lo hace? Son tan numerosas y diversas como los días de tu vida. Él satisface tus necesidades, se comunica contigo, te libera del miedo y la ansiedad, te guía victoriosamente a través de la adversidad, y tiene un plan importante para ti. Y tú puedes abrazar plenamente cada una de estas bendiciones y, al hacerlo, descubrir la extraordinaria vida que Él se ha propuesto para ti.
Tal vez, al leer el versículo de hoy, no te sientas especialmente bendecida. Tu vida no es fácil, y tal vez te preguntes cuándo Dios te mostrará algo de compasión. Pero entiende que como persona bajo el pacto de Cristo, ya has sido bendecida espiritualmente en abundancia. Sí, puede haber momentos en que otros tipos de bendiciones fluyan pródigamente también. Pero esas bendiciones llegan cuando con diligencia y compromiso le obedeces al Señor y aprendes a ver que «todo lo bueno que se da y toda dádiva perfecta desciende de lo alto, del Padre» (Santiago 1:17).
Por lo tanto, agradece a Dios por todas las maneras en que te está ayudando, y proveyendo para ti. Porque es con agradecimiento que te posicionas para ver Su poderosa mano obrar de maneras asombrosas en Tu vida.
Señor, dame la sabiduría y el discernimiento para reconocer en cada uno de mis pasos, las bendiciones que ya has puesto en mi vida, porque sé que en medio de las dificultades y las pruebas, puedo pensar que no estás actuando, siendo que, siempre buscas el bienestar de tus hijos, sin que ninguna prueba sea lo suficiente grande, para Tu perfecto e ilimitado poder. Dame una fe blindada, Señor, para que no deje de confiar, en medio de la angustia de las dificultades, en ese, Tu grandioso poder. Te lo pido, En El Nombre de Jesús, Amén.