El entendido en la palabra hallará el bien, Y el que confía en Jehová es bienaventurado. Proverbios 16:20
Las promesas de Dios nunca fallan. Cuando Él nos dice que hará algo, podemos contar con que suceda, incluso si lleva más tiempo de lo que imaginamos al principio. Esto fue ciertamente cierto con todas las profecías concernientes a la venida del Mesías: “ninguna palabra de todas sus promesas que expresó por Moisés su siervo, ha faltado” (1 Reyes 8:56).
Con esto en mente, ¿cuál es la clave para superar tiempos difíciles? Santiago explica: “Humillaos delante del Señor, y él os exaltará” (Santiago 4:10). Debes estar dispuesto a morir a tus propias esperanzas y sueños para tener la plenitud de la vida que Dios tiene para ti. Por ejemplo, los judíos esperaban un héroe militar, no el Siervo Sufriente, porque no entendían el plan del Señor de proveer para la redención del mundo. Del mismo modo, es posible que haya sido pasado por alto, tratado injustamente o haya tenido que esperar mucho tiempo para ver que Sus promesas se cumplieran. En lugar de permitir que el desaliento te abrume o luchar contra tus circunstancias, pon tu corazón en ser humilde ante Dios, confiando en Sus propósitos.
Miqueas 6:8 nos recuerda: “Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios.”¿Por qué? Porque la humildad te transforma a imagen de Cristo. También te da poder para que puedas mantenerte firme cuando surjan situaciones confusas o el enemigo ataque. Vivir una vida de humildad puede no ser fácil, pero ciertamente conduce a las bendiciones más ricas de Dios. Por lo tanto, humíllate para que puedas experimentar todo lo que Él tiene para ti. Y recuerda, “Porque sol y escudo es Jehová Dios; Gracia y gloria dará Jehová. No quitará el bien a los que andan en integridad.” (Salmo 84:11).
Padre, confiaré en Tus buenas promesas. Tú eres Dios y sin ti nada puedo hacer. Por ello, me entrego a Tu voluntad y a los designios que para mí has preparado. Que pueda vivir humildemente ante Ti, confiando en Tu tiempo y propósitos perfectos. Gracias por las bendiciones que esperan a quienes te siguen fielmente. En El Nombre de Jesús, Amen.