Porque tú, oh Señor Jehová, eres mi esperanza, Seguridad mía desde mi juventud. Salmos 71:5
¿Estás dispuesto a pensar en grande, a soñar en grande y a orar en grande? ¿Estás dispuesto a pedirle a Dios que mueva montañas en tu vida, no sólo pequeñas colinas? ¿Eres una persona optimista que cree firmemente, que Dios tiene el control y que protege a las personas (como tú), que le honran y obedecen? Si es así, y estás virtudes son parte de tu carácter, has adquirido del Señor, gran sabiduría y bendición.
Algunas personas parecen decididas a mantener sus expectativas muy por debajo de aquello que podría lograr con las habilidades que Dios les ha dado, temiendo que las cosas no salgan bien y disminuyendo, con esta actitud las esperanzas grandes bendiciones se les hagan realidad. Pero cuando decidimos no ver posibilidades en que obtendremos lo mejor de la vida -cuando somos demasiado temerosos o pesimistas para esperar lo mejor-, estaremos imponiendo, hasta inconscientemente, limitaciones a un Dios que no las tiene.
Así que hoy, concéntrate en tus aspiraciones más elevadas, y confía en que Dios puede ayudarte a alcanzarlas, porque Él puede. Si está en el plan de Dios, se hará realidad.
Señor, Hoy, te pido el coraje para soñar en grande y la fe para creer que Tú puedes lograr mucho más de lo que puedo imaginar. Ayúdame, Padre, a alinear mis aspiraciones con Tu perfecta voluntad. Dame discernimiento para reconocer la diferencia entre mis propios deseos y Tu plan de bien para mi vida. Quiero honrarte y obedecerte en todo lo que hago. Te lo ruego en el nombre de Jesús. Amén.