Y los cuervos le traían pan y carne por la mañana, y pan y carne por la tarde; y bebía del arroyo. 1 Reyes 17:6
A todos nos gustaría tener una sólida fe que se mantuviera firme ante los retos y las dificultades. Pero Dios no engrandece nuestra fe al instante; es un proceso lento que sucede a lo largo de nuestra vida y que a menudo implica pruebas. Cada vez que decidimos creer al Señor y dar un paso en obediencia, ganamos más confianza para confiar en Él la próxima vez.
Elías nos muestra cómo es una fe en pleno crecimiento. Confió en que el Señor le proporcionaría comida y agua cuando se encontraba sólo en el arroyo, y volvió a hacerlo en Sarepta; esta vez, el milagro también proporcionó comida a una viuda y a su hijo. Luego, leemos sobre una demostración de fe aún mayor, cuando oró para que el Señor resucitara al hijo de la viuda. En cada una de estas ocasiones, Elías dio un paso adelante en obediencia y experimentó la fidelidad y misericordia que sólo puede venir de Dios. Como resultado, su fe se fortaleció.
Habrá oportunidades para que creas en el Señor y respondas con obediencia. Estas situaciones son lo que a menudo llamamos “problemas”. Intenta ver cada dificultad como una oportunidad diseñada por Dios específicamente con el propósito de aumentar tu fe al ver Su fiabilidad en acción. Con cada paso de obediencia, tu confianza en Él se fortalecerá.
Señor, que vea las pruebas y las adversidades, como un medio para ganar una fe fortalecida y sólida que me mantenga firme en Tus promesas, en Tu amor y en Tu cuidado. En El Nombre de Jesús, Amén.