Me mostrarás la senda de la vida; en tu presencia hay plenitud de gozo. Salmo 16:11
Hoy, alégrate porque Dios te acompañará todos los días de tu vida y por la eternidad. Él moverá cielo y tierra para mostrarte Su voluntad. Cuando otros te acusen injustamente o te traten con desprecio, Él será tu defensor. Cuando te hundas en los momentos difíciles, te pondrá sobre la roca firme. Cuando las personas te rechacen, Él te sostendrá con Su amor eterno. Y cuando falles, podrás acudir a Él por perdón.
Cuando te sientas cansado, encontrarás en Su presencia la fuerza que necesitas. Y cuando todo otro recurso falle, Él “suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús” (Filipenses 4:19).
Por eso, permanece cerca de Él cada día. No hay vida más plena, significativa ni satisfactoria que aquella vivida en comunión con Cristo. Y cuando finalmente llegues a tu hogar celestial, verás Su rostro lleno de amor y escucharás las palabras más dulces jamás pronunciadas:
“Bien, buen siervo y fiel.” (Mateo 25:21)
Ese pensamiento hace que todo paso de fe en esta vida valga la pena. Así que confía en Él para todo lo que tu día a día te traiga, aceptan siempre de buena gana su perfecta voluntad, y con ello alaba perfectamente Su Santo Nombre.
Dios Te Bendiga.
Señor, gracias porque estás conmigo hoy y por siempre, por qué proteges cada uno de mis pasos, y por qué me das siempre en cada prueba, la fortaleza para superarla y seguir avanzando en el plan que tienes para mí. Enséñame a caminar cada día en tu presencia y a confiar plenamente en tu fidelidad. En El Nombre de Jesús, Amén.