La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amén. 2 Corintios 13:14
¿Alguna vez has considerado que cada vez que experimentas la presencia de Dios, estás en contacto con la Trinidad? Nuestro Dios se revela como Uno solo, pero existe eternamente en tres personas: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Cada una de ellas manifiesta un aspecto especial de su relación contigo como creyente.
Tienes comunión con Dios Padre, quien reina soberano desde su trono celestial. Él es el Creador y Sustentador de todo lo que existe, y te ama como a un hijo muy querido. Te cuida, te llama por tu nombre y vela constantemente por ti.
Tienes comunión con Dios Hijo, Jesucristo, tu Salvador y Señor. Él enfrentó el pecado y la muerte, y triunfó por ti. Es la Palabra viva del Padre, el mediador perfecto, tu Redentor y Sumo Sacerdote eterno, que intercede por ti con amor y poder.
Y tienes comunión con Dios Espíritu Santo, quien habita en ti. Él es tu Consolador, tu Consejero, tu Maestro. Ilumina las Escrituras, te guía en la verdad, fortalece tu fe y te transforma desde lo más profundo del corazón.
La gloriosa Trinidad camina contigo. Acoge esta verdad con gratitud, descansa en su amor y alaba al Dios trino que te sostiene cada día.
Señor, gracias por permitirme experimentar tu presencia en las tres personas divinas. Gracias, Padre, por tu amor fiel y tierno cuidado. Gracias, Jesús, por tu sacrificio redentor y tu victoria sobre el mal. Gracias, Espíritu Santo, por guiarme, fortalecerme y transformarme. Ayúdame a vivir consciente de esta maravillosa comunión contigo, y a honrarte cada día con gratitud y obediencia. En el nombre de Jesús, Amén.