Y les dijo: Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres. Mateo 4:19
Mientras los discípulos trabajaban con sus redes en el mar de Galilea, lo más probable es que no tuvieran ni idea de todo lo que Jesús les tenía reservado. Sin embargo, reconocieron la autoridad de Cristo y se sintieron obligados a obedecerle porque «en seguida dejaron las redes y le siguieron» cuando les llamó (Mateo 4:20).
Aunque es probable que Pedro y Andrés hubieran aprendido acerca del Padre Celestial a lo largo de sus vidas, probablemente nunca soñaron que Él los elegiría para Su misión más importante. De hecho, caminar con el Dios encarnado iba más allá de lo que hubieran podido imaginar. No podían prever las bendiciones y las pruebas del futuro, ni cómo el Salvador actuaría a través de ellos para llevar el Evangelio al mundo. Pero Jesús lo hizo porque Pedro y Andrés le obedecieron.
Este es un patrón que Dios replica en tu vida. A medida que madures en Cristo, puede que te cueste poner en práctica Sus instrucciones. Pero recuerda que el Señor tiene un futuro planeado que desea hacer realidad en tu vida y que requiere que des los pasos de obediencia que Él pone delante de ti. Así como transformó a Pedro y Andrés de pescadores a héroes fundamentales de la fe, quiere hacer lo mismo contigo. Y lo que Él logrará a través de ti ciertamente estará más allá de todo lo bueno que podrías imaginar.
Sigue adelante y confía.
Señor, me comprometo a obedecer Tu llamado en mi vida. Ayúdame a dar cada paso de fe mientras Tú me guías. Transfórmame como lo hiciste con Pedro y Andrés, y úsame para cumplir Tu gran propósito. Confío en que a través de mi obediencia, Tú lograrás más de lo que jamás podría imaginar. Gracias por el futuro que has preparado para mí. En El Nombre de Jesús, Amén.