Considerad los cuervos, que ni siembran, ni siegan; que ni tienen despensa, ni granero, y Dios los alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que las aves? Lucas 12:24
Muchas personas sufren ansiedad. Las noticias o las circunstancias en casa suelen causar preocupación y miedo por nuestro futuro. Pero, como creyentes, se nos anima a no preocuparnos (Lucas 12:22). En lugar de eso, debemos buscar el reino de Dios y confiar en que Él proveerá todas nuestras necesidades (Lucas 12:31). Esto es lo contrario de la filosofía del mundo, que nos dice que dependamos de nosotros mismos o de otras personas para tener seguridad.
Podemos depender con confianza de nuestro Rey eterno porque Él mismo es la verdad (Juan 14:6), y Sus promesas son verdaderas. Según Tito 1:2, Dios no puede mentir y nunca hace una promesa que no vaya a cumplir. Y ciertamente tiene el poder de cumplir Su palabra, pues “nada hay imposible para Dios” (Lucas 1:37).
El Señor también tiene en cuenta todas nuestras necesidades. Viendo Su excelente provisión para los pájaros y las flores, podemos confiar en Su cuidado aún mayor para Sus amados hijos. Qué alivio saber que nuestro Padre celestial conoce íntimamente nuestras necesidades y está deseoso de satisfacerlas.
¿Creerás en Dios, buscarás Su reino y descansarás en Su paz, que sobrepasa todo entendimiento (Filipenses 4:7)? La promesa está dada, el cumplimiento es seguro, y ahora la elección es tuya.
Padre celestial, hoy me postro ante Ti para recordar que eres mi proveedor fiel. Me consuelo en saber que cuidas de mí y suples todas mis necesidades. Libérame de la preocupación y la ansiedad, confiando en que tú tienes el control. Descanso en tu amor y en tu cuidado constante, sabiendo que nunca me abandonarás. Gracias, Señor, por tu provisión inagotable. En El Nombre de Jesús, Amén.