En el camino de la justicia está la vida; Y en sus caminos no hay muerte. Proverbios 12:28
¿Te das cuenta de que el Padre quiere que poseas vida abundante y trabaja incansablemente para que nazca en ti? Puede que hoy te resulte difícil creerlo, porque muchos de los mandamientos de Su Palabra te amonestan para que dejes de participar en comportamientos que tal vez disfrutas. Asimismo, las pruebas que Dios te ha permitido afrontar son difíciles -a veces increíblemente difíciles- y te hacen sentir como si te consumieran.
Sin embargo, experimentar la vida profunda para la que te creó el Señor requiere que permitas que Jesús viva Su vida en ti y a través de ti, y eso exige una transformación radical. Significa que debes aprender a actuar y confiar en la fuerza y la sabiduría de Cristo, en lugar de sobrevalorar y priorizar las tuyas propias.
En 2 Corintios 1:8-9, Pablo explicó: “Fuimos abrumados sobremanera más allá de nuestras fuerzas, de tal modo que aun perdimos la esperanza de conservar la vida. Pero tuvimos en nosotros mismos sentencia de muerte, para que no confiásemos en nosotros mismos, sino en Dios que resucita a los muertos; En otras palabras, el Señor permite las pruebas para que dejes de distraerte con cuestiones periféricas y centres tu atención por completo en Él y en lo que considera importante. Y a cambio, vives en el extraordinario poder del Salvador resucitado, con Su paz, alegría, confianza y seguridad.
Amigo, el Padre no te ha llamado sólo a una vida adecuada: quiere que tu existencia sea extraordinaria. Por eso, todo lo que te envía tiene por objeto enseñarte a vivir verdaderamente para Él. Así que hoy, elige Su camino hacia la vida abundante. Permite que Cristo te dirija y camina en el poder del Dios vivo. Ciertamente, verás que ello es la vida en su máxima expresión.
Padre, gracias por prepararme para la vida abundante. Muero a mí mismo para poder experimentar la increíble sabiduría, poder, paz y alegría de Cristo en mí. En El Nombre de Jesús, Amén.
