Envió sus criadas; Sobre lo más alto de la ciudad clamó. Dice a cualquier simple: Ven acá. Proverbios 9:3-4
Es interesante que en Proverbios 9, tanto la Sabiduría como la imprudencia indiquen al lector lo mismo, atraer al hombre a uno u otro camino. Cómo lo establece el versículo de hoy, la sabiduría o la imprudencia: “Dice a cualquier simple: Ven acá”. La Sabiduría, por supuesto, lo hace para instruir al individuo a seguir a Dios. Pocas cosas tienen un impacto tan grande en nuestras vidas cristianas como sentarnos bajo la guía de maestros de las Escrituras sabios y guiados por el Espíritu. Mediante el poder del Espíritu Santo, nos inspiran a alcanzar mayores alturas en nuestra relación con Jesús y nos ayudan a liberarnos de nuestras ataduras a comportamientos y creencias malsanos.
Sin embargo, si ponemos nuestra confianza únicamente en los instructores en lugar de la Palabra, podemos ser fácilmente desviados por la doctrina equivocada. Es entonces cuando la imprudencia se apodera de nosotros. Segunda de Pedro 2:1-2 advierte: «Habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina. Y muchos seguirán sus disoluciones, por causa de los cuales el camino de la verdad será blasfemado».
Entonces, ¿cómo puedes saber si un mensaje es sabiduría o imprudencia? La única manera segura de protegerse es medirlo con la Escritura misma. ¿Proviene el mensaje de la Palabra? ¿Encaja la interpretación del maestro en el contexto más amplio de las Escrituras? Si una enseñanza requiere que usted ignore cualquier otra parte de la Escritura, puede estar seguro de que el mensaje no es fiel a la totalidad de la Palabra inerrante de Dios.
Así que esté alerta. Agradezca a Dios por los muchos hombres y mujeres dotados en su vida en quienes puede confiar para una enseñanza genuina, y pídale Su ayuda para identificar a cualquier falso maestro que compita por su atención.
Padre, gracias por proteger mi mente y mi corazón de la falsa doctrina. Ayúdame a comparar todo lo que escucho con las Escrituras para que pueda ser sabio y seguirte en obediencia. En El Nombre de Jesús, Amén.