Oirá el sabio, y aumentará el saber, Y el entendido adquirirá consejo, Para entender proverbio y declaración, Palabras de sabios, y sus dichos profundos. El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza. Proverbios 1:5-7
No importa la edad que tengas, la situación de prueba que puedas estar atravesando, o las dudas que se ciernan en Tu mente, por un futuro incierto, pues Dios aún no ha terminado contigo, y está obrando a través de Tu realidad actual, la conclusión del plan más fructífero y de mayor bien que según Su voluntad perfecta, debe ser materializado en Tu vida, para Su mayor gloria.
Como ser espiritual, tienes el potencial de crecer en tu conocimiento personal del Señor cada día que vives. Puedes hacerlo a través de la oración, la adoración, la apertura a Dios y el estudio cuidadoso de Su Santa Palabra. Tu Biblia contiene poderosas prescripciones para caminar cada día, de la mano del Señor. Si buscas sinceramente preservarte en la presencia del Todopoderoso, debes comprometerte al estudio reflexivo de Sus enseñanzas.
Cuando estudies la Palabra de Dios y sigas las huellas de Su Hijo, llegarás a ser sabio… y servirás de brillante ejemplo a tus amigos, a tu familia y al mundo.
Y es que la sabiduría de Dios es inagotable, y siempre hay nuevas profundidades que explorar, independientemente de nuestra edad o experiencia. Por ello, si permanecemos humildes y abiertos a las enseñanzas de Nuestro Padre de los cielos, estaremos en condiciones de recibir nuevos conocimientos y comprensión. Encaremos cada día con un sentido de anticipación, deseosos de descubrir qué nuevas lecciones tiene Dios para nosotros. Si buscamos constantemente su sabiduría y la aplicamos a nuestras vidas, nos convertiremos en testimonios vivientes del poder transformador del creador, inspirando a otros a buscarle también.
Señor, te pido un espíritu humilde y que esté dispuesto a aprender. Ayúdame a acercarme a Tu Palabra con ojos renovados cada día, deseoso de descubrir nuevas verdades y una comprensión más profunda de Tu Revelación. Dame la disciplina para comprometerme al estudio regular de las Escrituras, y la sabiduría para aplicar Tus enseñanzas a mi vida diaria, de manera que seas Tu glorificado en cada paso que yo emprenda, Padre. Te Lo Pido, En El Nombre de Jesús, Amén.