Y Gedeón dijo a Dios: Si has de salvar a Israel por mi mano, como has dicho, he aquí que yo pondré un vellón de lana en la era; y si el rocío estuviere en el vellón solamente, quedando seca toda la otra tierra, entonces entenderé que salvarás a Israel por mi mano, como lo has dicho. (Jueces 6:36-37)
Dios no sólo nos habla a través de Su Palabra, lo cual esta afirmar, tampoco nunca la contradice, sino que también habla a través de las circunstancias. Aunque no soy de las que basan las decisiones importantes de la vida sólo en las circunstancias, es evidente que ha habido ocasiones en las que he sentido que algo estaba bajo la voluntad del Señor y que las cosas encajarían circunstancialmente. Otras veces, las circunstancias dejaban claro que Dios decía “no”.
Un ejemplo clásico de Dios hablando a través de las circunstancias fue cuando Dios habló a Gedeón, que arrojó su lana al suelo, pidiendo al Señor que confirmara Su Palabra. Jonás tuvo sin duda el mensaje correcto cuando Dios detuvo bruscamente su viaje y se encontró en el vientre de una ballena.
Por supuesto, como parte de este proceso, Nuestro Padre también nos habla a través de las personas. Por ejemplo, ha habido ocasiones en las que he estado escuchando a alguien predicar o hablando con un amigo, y de repente lo que está diciendo toca la situación por la que estoy pasando, aunque sea completamente inconsciente de mis circunstancias. Esto me hace darme cuenta de que es Dios mismo quien me habla a través de esas personas.
Quizá Dios te haya hablado a través de un pastor o de un amigo cristiano. O quizá te haya hablado a través de tus circunstancias. Escucha con atención, y recuerda que Él nunca contradecirá Su Palabra.
Dios Te Bendiga.