Palabra:
Y dijeron: Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue al cielo; y hagámonos un nombre, por si fuéremos esparcidos sobre la faz de toda la tierra. (Génesis 11:4)
Qué lecciones podemos aprender de este breve pasaje sobre esta población después del diluvio. La misma actitud arrogante y el mismo plan rebelde para traer un gobierno mundial y establecer una religión con una teología sin Cristo, todavía existe hoy.
Sin embargo, los planes del hombre malvado nunca podrán desbaratar el plan sobrenatural de Dios y traerán a esta era actual, el inevitable juicio que cayó sobre Nimrod y el pueblo insensato en la llanura de Sinar que conspiraron juntos y dijeron: “Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue al cielo; y hagámonos un nombre, por si fuéremos esparcidos sobre la faz de toda la tierra.”
Oración
Padre Celestial, te ruego que me enseñes todo lo que hay que aprender de las insensatas decisiones tomadas por el hombre después del diluvio y las actitudes rebeldes que fomentaron en su corazón. Gracias que Tú eres mi Dios y Creador y que me has dado todo lo que necesito para la vida y la piedad. Ayúdame a tomar las decisiones correctas en la vida y a negarme a adoptar los caminos pecaminosos del mundo que fomentan la independencia de Ti. Que pueda mirar a Jesús día a día y descansar mi esperanza y mi futuro en Ti. Esto lo pido en Su querido nombre, Amén.