Versículo:
Y les dijo: Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres. (Mateo 4:19)
Comentario:
La playa estaba vacía, a excepción de una paseante solitaria cerca del borde del agua. A cada paso que daba, sus pies dejaban una huella en la arena. Pero cuando las olas lamían la orilla, esta desaparecía rápidamente. Seguir sus pisadas habría sido imposible a menos que alguien estuviera caminando muy cerca, detrás de ella.
Jesús pidió a sus discípulos que lo siguieran, y nos hace la misma petición a nosotros. Suena sencillo, pero seguir a Jesús puede suponer un desafío. A veces nos impacientamos, y no queremos esperar en el Señor. Corremos por delante de él, ocupándonos nosotros mismos de los asuntos y tomando decisiones sin con- sultarle primero. O tal vez no somos diligentes para mantener el mismo paso que él. Nos quedamos atrás, y, muy pronto, Jesús parece estar demasiado lejos.
Seguir a Jesús requiere estar pegado a sus talones. Es necesario que estemos lo bastante cerca para oír su susurro. Permanecer cerca de su corazón abriendo la Biblia cada día. Permitir que su Palabra hable a tu corazón y te dirija. A lo largo del día, eleva oraciones pidiendo dirección y sabiduría. Mantén su paso y su presencia cercana, te bendecirá sin medida.
Oración:
Señor, concédeme el deseo de seguirte. Ayúdame a no correr delante de ti ni a rezagarme. Amén.