Escucha:
“Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús” (Filipenses 4:6-7)
Piensa:
La fe no es creer que Dios puede, es tener la plena certeza de que lo hará. Nuestras peticiones, nuestro clamor expresados en la oración con plena confianza en la capacidad del Señor, para determinar la naturaleza de las cosas será el camino que nos conducirá, sin contratiempos, a gozar de su paz que sobrepasa todo entendimiento y que es capaz de aliviar, hasta el más turbio de los corazones.
Que la fe y la gratitud hacia las maravillosas respuestas que Dios nos concede, sean la norma por la que caminemos junto a Él día a día.
Ora:
Señor, permíteme, disfrutar de Tu paz y alivio, de esa calma que sobrepasa todo entendimiento y que sólo Tú puedes conceder a todos los que confiamos y tenemos fe, en Tu grandiosa voluntad. Amén