Escucha:
“El amor no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor” (1 Corintios 13:5)
Piensa:
El amor es la clave de las relaciones interpersonales que maduran. Las Escrituras revelan que debemos manifestar amor: amar a Dios con todo el corazón, amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos y amar a nuestros enemigos. Pero es difícil hacerlo cuando no nos sentimos amados. Los hijos desatendidos, los cónyuges que se sienten ignorados y los padres distanciados de sus hijos, todos experimentan la angustia de una vida sin amor.
Por eso, si anhelas ser amado, deseamos que experimentes el gozo de saber que Dios te ama sin condiciones. Piensa en el profundo impacto de su amor demostrado por ti mediante Jesús en la cruz. Recuerda que nada puede separarte de Él (8:39). Aférrate a su provisión de un futuro asegurado donde serás amado eternamente (Juan 3:16).
Aun cuando puedas no recibir el amor de otros en un momento dado, recuerda que cuentas con el más suficiente, el de Dios. Abre tu corazón a esa verdad. El amor puede cesar de una fuente, pero cuando empezamos a amar, llegara de muchísimas más.
Ora:
Señor, permite dirigir mis pasos por la gracia de Tu amor. Enséñame a amar a otros de la forma en que me amas, de manera que ellos puedan conocerte y abrirte un espacio en su corazón. Amen.