Escucha:
“¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?” (Romanos 8:31-32)
Piensa:
Dios se encuentra trabajando cada día en nosotros. Constantemente intenta plantar nuevas semillas en nuestro corazón, para luego cosechar frutos, conforme al propósito que tenga preparado para nuestras vidas.
El señor siembra su amor y su cuidado para recoger, luego de nosotros, paz, regocijo, esperanza y fortaleza para sobrellevar cada uno de los obstáculos que la vida pueda presentarnos.
Seamos conscientes de esta realidad y no permitamos que los pensamientos negativos y las angustias, nos alejen de esa obra de bien, que El Señor nos promete.
Con Dios de nuestro lado, es imposible perder. Porque solo Él puede crear espacios donde no los hay, abrir nuevas puertas y reabrir aquellas que parecían cerradas. Puede colocarnos en el momento y lugar correctos y sólo Él puede guiarnos a hacer realidad, cada uno de nuestros sueños.
Ora:
Señor, abre mi corazón, para recibir la semilla de Tu amor y cosechar esos sentimiento de bien que guardas para mí. Ayúdame a no olvidar que ante la circunstancia más adversa cuento con Tu presencia, para salir victorioso, encontrar nuevos caminos y hacer realidad cada uno de mis objetivos. Amén