Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario, el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar. 1 Pedro 5:8
¿Has pensado alguna vez que tienes un enemigo real? Puede que existan personas que te critiquen o se opongan a ti, pero ninguna amenaza se compara con la que representa Satanás. Las Escrituras nos advierten que él y sus huestes buscan separarnos de Jesús, hacernos dudar de Su Palabra, incitarnos al pecado y destruir nuestra eficacia en el reino de Dios.
El enemigo es astuto y sigiloso. Rara vez se muestra abiertamente, sino que se disfraza como un ángel de luz, presentando falsedades disfrazadas de verdad. Muchas veces, las trampas vienen en cosas aparentemente “buenas”, distracciones sutiles que nos apartan de lo mejor de Dios. Por eso es vital mantenerse alerta, discernir y vivir en intimidad con Cristo.
No estamos indefensos. Cristo ya ha asegurado la victoria. Al mantenernos cerca de Él, meditar en Su Palabra y caminar cada día guiados por el Espíritu, podemos resistir al enemigo y vivir con confianza, sabiendo que nuestro Señor ha vencido toda potestad que busca dañarnos.
Señor, ayúdame a estar alerta frente a las artimañas del enemigo. Protege mi corazón del engaño y la distracción, y afianza mi fe en Tu verdad. Fortaléceme para resistir la tentación, caminar fielmente contigo y confiar en la victoria que ya Cristo ha asegurado. En El Nombre de Jesús, Amén.
