Porque en ti, oh Jehová, he esperado; Tú responderás, Jehová Dios mío. Salmos 38:18
Siempre que pidas algo a Dios, puedes esperar con confianza una de tres respuestas de Él: sí, no o espera. También puedes estar seguro de que Su respuesta está basada en Su amor y sabiduría: Él tiene en mente lo mejor para ti. Esto puede ser particularmente difícil de aceptar cuando Él Señor, no coloca en Tu mano aquello que has esperado por un tiempo. Sin embargo, no te desesperes. Dios no te ha rechazado; más bien, Su obra se esta concretando a través de tus circunstancias externas para moldearte y dirigirte.
La manera de mantenerte en la posición para que Su plan perfecto se cumpla en ti es pensar en las siguientes preguntas. Primero, ¿He rendido cada área de mi vida a Dios, o mi petición representa un rincón de resistencia dentro de mí? A veces, lo que le pedimos son formas que hemos construido para evitar Su voluntad o Su autoridad. Si es así, arrepiéntete y pon en sus manos absolutamente todo e de forma inmediata.
En segundo lugar, pregúntate, ¿Estoy obedeciendo a Dios en lo que Él ya me ha mostrado que haga? El Señor te dirigirá paso a paso. A veces, Su «no» se debe a que te niegas a obedecer en algún área que Él ya te ha revelado. Así que haz lo que Él dice y confía siempre en Sus respuestas, pues El Señor, perfecto, misericordioso y todopoderoso, sabe sin sombra de error, lo que será mejor para Tu vida.
Señor, ayúdame a confiar en Tu sabiduría y tiempo cuando enfrento desafíos u oraciones sin respuesta. Muéstrame áreas de resistencia dentro de mí que necesito rendir a Ti, y ayúdame a obedecerte plenamente en todas las cosas. Sé que Tú siempre tienes mi mejor interés en el corazón. Gracias por guiarme y formarme a través de cada respuesta que me das. En El Nombre de Jesús, Amén.