Pero Jesús, luego que oyó lo que se decía, dijo al principal de la sinagoga: No temas, cree solamente. (Marcos 5:36)
¿Estás ansioso hoy? ¿Qué puedes hacer cuando surgen temores y no tienes ni idea de cómo manejar tus problemas? En primer lugar, pídele a Dios que te dé paz y respuestas. Mantén firme tu compromiso de, por fe, dejar ir esa percepción que nos engaña de que los problemas son demasiado grandes y recordemos que nada es tan grande como para que la mano todopoderosa del Señor, nos ayude a sobrellevarlo. Esto no es algo que vayas a hacer una sola vez; más bien, vuelve a encomendarle tus preocupaciones a Dios cada vez que te vengan a la mente. Pídele al Padre que te ayude a concentrar tus pensamientos y tu energía en lo que Él quiere que hagas.
Además, resuelve esta cuestión en tu mente de una vez por todas: ¿Es Dios tu amoroso Padre celestial en todo momento, buscando siempre tu bien eterno, o no? Esto es crucial porque la clave para superar la ansiedad es pensar correctamente en Él. El Señor es soberano, lo que significa que tiene control absoluto sobre todos los aspectos de la creación. Él es todopoderoso, omnisciente y omnipresente. Él sabe cómo producir integridad a partir de tu quebrantamiento actual, cómo sanar lo que está enfermo, y cómo traer reconciliación y amor a partir del distanciamiento y el odio. Además, te ama con un amor incondicional, insondable, inconmensurable. Puedes confiar en Él. Elige creerle y verás cómo desaparece tu ansiedad.
Señor, ayúdame a confiar en Tu soberanía y en Tu amor incondicional por mí. Cuando surja la ansiedad, recuérdame Tu poder, sabiduría y presencia en mi vida. Te entrego mis preocupaciones, sabiendo que Tú puedes traer paz y sanación a cada situación. Ayúdame a centrarme en Tu plan y a confiar en Ti para que me guíes a través de todas mis preocupaciones. En El Nombre de Jesús, Amén.