Mas yo en tu misericordia he confiado; Mi corazón se alegrará en tu salvación. Cantaré a Jehová, Porque me ha hecho bien. Salmos 13:5-6
Me encanta este versículo. David comienza el salmo con repetidas preguntas sobre cuánto tiempo Dios demorará en dar respuesta a sus necesidades. Sin embargo, David también elige alabar al Señor a pesar de tan difícil situación.
Una de las bellezas de caminar de la mano del Dios es poder recordar las muchas maneras, en las que, con amor y misericordia nos ha librado del mal. Y es que Él es siempre fiel, es siempre compasivo, es siempre nuestro poderoso pastor, que nos guiará aún cuando muchas veces, erremos en querer transitar nuestros propios caminos y fallemos en obedecerle.
Y en esta experiencia, debemos entonces apreciar cómo David amó a Dios y confió en Él para sostenerse de los ataques del enemigo. Aunque fue honesto en sus preguntas y frustraciones debido a la demora de Dios en proveer la respuesta, David sabía que Su Padre de los Cielos respondería. Tenía una historia con Dios que le permitía mirar más allá de la situación presente y centrarse en la gracia y bendición que El Señor, para él, siempre guardaba.
En tu situación actual, ¿puedes centrarte en la fidelidad del Señor y no en tu miedo, dolor o desilusión? Si no es así, pídele al Espíritu Santo que cambie tu corazón de la duda a la seguridad del amor y la fidelidad que se halla sólo en los brazos del Todopoderoso.
Él no puede ser algo que no es. Dios es amor. Dios es fiel. Dios será generoso con su pueblo, y por ello de Tu angustia, ten por seguro que también te librará.
El Señor Derrame Bendiciones Sobre Ti.
Señor, dame un corazón de verdadero adorador, que no se derrumbe en las pruebas, sino que de ellas por el contrario, saque fuerzas para adorarte y servirte confiado, en que escuchas a Tu Pueblo y en Tus tiempos perfectos, lo librarás del mal. En El Nombre de Jesús, Amén.