El labio veraz permanecerá para siempre; Mas la lengua mentirosa solo por un momento. Proverbios 12:19
¿Las personas que te conocen de verdad te ven como una persona íntegra? Cuando te describen, ¿hablan de tu veracidad y confiabilidad? ¿Están inclinadas a creer y prestar atención a lo que dices cuando necesitan consejo?
Vivimos en una cultura que tiende a oscurecer los hechos y a negar la realidad. La gente dice una cosa, pero en realidad cree otra; y parece que cada uno tiene su propia versión de lo que es correcto. Puede resultar difícil saber en quién confiar y a quién escuchar. Pero la realidad es que la verdad no tiene versiones, y la integridad es una cuestión importante a los ojos de Dios. Su deseo es que seamos personas que le representen bien, con honradez, transparencia, fiabilidad y un corazón dispuesto a hacer lo correcto. Quiere que seamos la clase de personas que dicen la verdad con amor, no para herir, sino para que otros puedan ser liberados y sanados (Hebreos 12:13).
Amiga, es muy frustrante que los demás no nos escuchen, pero a menudo les enseñamos a hacerlo al carecer de integridad en nuestras interacciones con ellos. ¿Es éste tu caso? ¿Te tratan los demás como alguién al que no pueden darle algo de confianza? Empieza a cambiar eso hoy mismo siendo una persona de palabra, pero también siendo una persona de la Palabra de Dios. Para construir y mantener tu integridad, sométete al Señor y camina en rectitud. No te protejas con la deshonestidad; en lugar de ello, ármate con la Espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios. Rodéate de personas honorables y aprende de ellas. Confía en el Señor en todo lo que hagas, y confiesa tus fracasos. De este modo, Dios te establecerá como una persona con la que la gente puede contar por la verdad y el buen consejo.
Señor, si he cometido un error que socave mi integridad, ayúdame nuevamente a una persona justa. Ayúdame a caminar en Tu verdad para que los demás puedan contar conmigo y yo pueda representarte bien. En El Nombre de Jesús, Amén.