Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: !!Abba, Padre! Romanos 8:15.
La mente creativa es un don asombroso y poderoso de Dios. Cuando se utiliza con fines positivos, como glorificar al Padre y servir a los demás, puede ser extremadamente útil. Por desgracia, la misma imaginación puede convertirse en una prisión para nosotros si se emplea de forma negativa. Las personas pueden verse dominadas por miedos que se vuelven sombras permanentes sobre cada uno de los pasos que emprenden: se preocupan en exceso por miedos infundados sobre lo que podría ocurrir, sobre situaciones hipotéticas que muy probablemente no se haran realidad, sobre eventos que son puestos en nuestra mente, solo por las artimañas y las trampas del enemigo. Lamentablemente, debido a estas preocupaciones y excusas, acaban perdiéndose lo mejor que Dios tiene para sus vidas.
¿Cómo puedes estar seguro de que tu vida no está obstaculizada por miedos que hagan sombra a Tu avance, en la voluntad del Señor? Es útil que te hagas las siguientes preguntas:
- ¿Alguna vez digo: “Dios no podría bendecirme porque _“?
- Cuando me enfrento a un problema, ¿me preocupa que ocurra lo peor? ¿Me impide eso dar un paso definitivo de fe?
- ¿Hay asuntos por los que me preocupo constantemente -como que un ser querido enferme, que la gente me rechace o que pierda todo lo que poseo- que en realidad no tienen ningún fundamento?
Si has respondido afirmativamente a alguna de estas preguntas, puede que tu imaginación necesite ser controlada y dominada. Pide a Dios que redima tu creatividad y te ayude a transformado en la renovación de Tu mente, para discernimiento de la voluntad del Señor para Tu vida (Romanos 12:2). Deja de contemplar todas las cosas negativas que podrían pasarte a ti y a tus seres queridos. Más bien sigue la exhortación del apóstol Pablo y siembra tu vida sobre: , “todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; en esto pensad…esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros.” (Filipenses 4:8-9).
Padre, Tú conoces los miedos a la sombra, que hay en mí y cuándo los he utilizado como excusa para ser desobediente. Por favor, perdóname y ayúdame siempre a avanzar con fe, confiando en Tus promesas de bien, de paz y de victoria. En El Nombre de Jesús, Amén.