El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza. (Proverbios 1:7)
«El temor del Señor». En nuestro emprendimiento hacia convertirnos en mujeres de sabiduría, es vital que entendamos lo que es temer al Señor. Primero tenemos que saber lo que no es. Temer al Señor no es lo mismo que tenerle miedo, como si fuera malo o egoísta o duro o cruel. Nada podría estar más lejos de la verdad. Temer al Señor es saber que él es recto y que aborrece la maldad. Dios es santo. Dios aborrece el pecado porque nos esclaviza y destruye nuestra vida. El pecado nos separa del amor de Dios. Jesús dijo: «Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.» (Juan 3 17).
Entonces, ¿qué es tener un temor correcto a Dios? Es tener una profunda reverencia por él. Es sentir asombro de él porque él es asombroso. Es entender que él es el Dios del universo, y nosotros no lo somos. Él es el Creador, el Rey Eterno, el Único Sabio Dios. Cuando lo respetamos por quién es y vivimos bajo su autoridad tanto como su amor, no hay una forma más dulce, segura y pacífica de vivir. Esto realmente es sabiduría.
Un temor santo por un Dios santo: le hace bien a nuestra alma tener una reverencia llena de asombro. Esta noche mira arriba a las estrellas sabiendo que todas ellas caben en la palma de su mano. Como proclama la canción de un famoso autor americano:
Mi Dios, majestuoso Dios del cielo gobierna él con gloria, poder y amor. Mi Dios majestuoso es».
Hay dos clases de personas en este mundo. Hay los que creen en un diosito y los que creen en un Dios grande. David, Daniel, Moisés y María creyeron que Dios puede mover gigantes y montañas y hombres. ¿Y tú? O ¿vives con un temor más grande a los hombres que por el Dios Todopoderoso? Ahora, la pregunta importante es, ¿escogerás aceptarlo, no solo como un Dios asombroso sino como tu Dios majestuoso?
Dios Te Bendiga.