Devocional:
Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces. (Jeremías 33:3)
¿Sientes en tu corazón algún vacío que has visto que no puedes llenar de ninguna forma? Existe una altísima probabilidad de que ese sentimiento sea Tu Padre celestial atrayéndote hacia Sí. Llamándote a que pases tiempo con Él y le conozcas íntimamente.
Al Señor le encantaría que te quedaras a solas ante Él, abrieras Su Palabra y dijeras: “Padre, hoy no quiero nada más que a Ti. Anhelo conocerte mejor, comprender Tus caminos y experimentar Tu presencia divina. Anhelo una relación más profunda contigo. Así que, Padre, me entrego plenamente a Ti. Te escucho. Muéstrame quién eres”.
¿Por qué? Porque Dios sabe que es en esos momentos íntimos de comunión donde recibes energía y sabiduría para los retos de la vida, donde encuentras tu propósito y experimentas Su gracia. Es durante esos momentos cuando el Señor derrama Su vida en ti, llenando lo que no puede satisfacerse por medios terrenales y revelando “cosas grandes y poderosas, que tú no conoces” (Jeremías 33:3).
Por supuesto, abrirte a una relación íntima con el Padre puede parecer una gran empresa, y hasta, en medio de la vida atareada de hoy, casi imposible de alcanzar. Pero quiero que sepas que no hay nada en el mundo más valioso o maravilloso que conocer a Dios y experimentar Su amor.
Así que hoy, inclina tu oído hacia Él y escucha Sus palabras de sabiduría. Aplica tu mente a conocerle para que puedas confiar más en sus maravillosas promesas. Permite que derrame Su amor en tu corazón y Su vida en tu espíritu cada día. Porque entonces tu alma se sentirá llena y experimentarás la vida en todo su esplendor.
Oración
Señor, aquí está mi corazón. Lo pongo en Tus manos en todos los sentidos; no me guardo absolutamente nada. Sólo quiero conocerte, Padre. Abre mis oídos para escucharte. En El Nombre de Jesús, Amén.