La pereza hace caer en profundo sueño, Y el alma negligente padecerá hambre. (Proverbios 19:15)
Pensamiento: Me crié en una familia con tres hermanos varones. Mi padre tenía una teoría. Una cierta cantidad de testosterona tenía que ser quemada cada día por cada uno de nosotros. Si no lo hiciéramos, la casa pronto se volvería insoportable. Mi padre no tuvo que memorizar Proverbios 19:15 – ¡estaba incorporado en su ADN! En mi infancia y adolescencia, no aprecié la importancia del trabajo duro. Sabía que no me llamaban “duro” por nada. Me conformaba con ser perezoso. Con los años, descubrí que trabajar con las manos aporta muchas cualidades, mientras que ser perezoso no aporta ninguna.
Oración: Señor, Dios sobre todas las cosas, por favor enséñame el equilibrio entre el trabajo y el descanso. Ayúdame a tener un equilibrio entre las dos cosas para que pueda honrarte y hacer que el poder de Tu gracia reine sobre mi corazón y mi tiempo. En el nombre de Jesús. Amén.