Señor, sostenme hoy en Tu gracia y misericordia para andar por la verdad de Tu Palabra, porque Tú nos han enseñado que el hombre que camina por tus sendas y no en los caminos del mundo y que no pone su vista y deseo en las cosas pasajeras que el mundo ofrece, sino en Tus promesas de verdadera vida, es realmente bendecido.
Padre, dame también la obediencia y disciplina para deleitarme en Ti y en Tus Santas Escrituras pues el que en ellas se deleita, sera como el árbol fructífero que plantado junto a las aguas no fue arrasado por la corriente sino que se mantuvo frondoso y firme.
Y finalmente bendíceme Señor, te ruego, con amor en estos tiempos de tanto odio, con bondad en estos tiempos de hostilidad, con paz en estos tiempos de tanta contienda y guerra, con esperanza en medio de tanta desesperación, con fe en tiempos de pruebas y con alegría en tiempos de dolor. Porque mi esperanza está sólo en Ti.
Bendíceme Señor, te lo ruego, con esas bendiciones que sólo vienen de Ti.
En El Nombre de Jesús, Amén.