Escucha:
Enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén. (Mateo 28:20)
Piensa:
¿Has olvidado alguna vez la bondad de Dios para contigo? ¿Alguna vez has tenido que volver a aprender algo? Lo he hecho. Y así lo hicieron los discípulos. El Evangelio de Mateo nos cuenta que en una ocasión se olvidaron de llevar pan en su viaje y se preocuparon por ello. La alimentación de los 5.000 había tenido lugar sólo unos días antes. Luego hubo otro milagro de la alimentación de 4.000 personas. ¿Y qué pasó? Se olvidaron de estas cosas. Eso es lo que ocurrió.
Jesús les dijo, básicamente, “¿recuerdan los milagros que hice? ¿Recuerdan la alimentación de los 5.000 que involucró a un pequeño niño con algunos panes y peces?”
Dios es el mismo ayer, hoy y siempre. El mismo Dios que estuvo a tu lado en el pasado está contigo aquí en el presente. Y Él estará contigo en el futuro también.
Sin embargo, a menudo lo olvidamos. Cuando se es joven, cuando se empieza la vida, hay que depender de Dios para todo: comida, ropa, transporte, salario. Así que tal vez encuentres un buen trabajo y trabajes duro. Eres diligente. Ahorras ese fruto laboral. Inviertes exitósamente y las cosas van muy bien. No tienes que preocuparte demasiado por tus necesidades diarias. Y un día tu jefe te llama y te dice: “Con la economía actual, vamos a tener que despedir a algunas personas. Estamos muy tristes, pero este es su último día de trabajo”. Ahora estás de nuevo en el punto de partida. Estás en pánico. Te preguntas qué vas a hacer.
¿Ha provisto Dios por ti en el pasado? Sí, lo hizo. ¿Se ocupará de ti en el presente? Sí, lo hará. Nos olvidamos de estas cosas en la prueba, en la dificultad, en la angustia. Siempre debemos volver a ooner esta verdad en nuestro corazón, como hicieron los discípulos: El Dios infalible que puede imposibles y es Él todo amor y misericordia, cuidará de Ti, hoy, mañana y siempre hasta el fin del mundo (Mateo 28:20)
Ora:
Señor, que no tiemble mi fe durante la prueba que has colocado en mi camino, sé que buscas transformarme en el siervo que quieres que sea y que nada me faltará pues has prometido estar con cada uno de Tus hijos, hasta el fin del mundo. Amén
Estudio Bíblico Contextual del Devocional de Hoy:
Resumen del capítulo Mateo 28:
Después de que Jesús envía a sus discípulos a “ir y hacer discípulos” (28:18), ahora dice que les enseñen a obedecer todos sus mandatos. Esta estrategia fue el plan de Jesús durante todo su ministerio terrenal. Es importante entender que esto significa que cuando se hacen discípulos, cuando se cree en el Evangelio y se bautiza a hombres y mujeres, la obra apenas comienza. Hay toda una vida de enseñanza para captar los mandatos de Jesús a sus discípulos.
También hace una promesa maravillosa. Aunque estaba a punto de subir al cielo para sentarse a la derecha de Dios (Ef 1:20), de alguna manera estará con ellos para siempre. Cuando estaba en la tierra en su ministerio, sólo podía estar en un lugar a la vez. Pero ahora, a través de su Iglesia, estará en millones de lugares por su Espíritu Santo.
La Iglesia debe seguir haciendo discípulos, invitándolos a aprender todos los caminos de Cristo, incluido el mandato de “ir y hacer discípulos”. Al final de los tiempos queremos que nos encuentre haciendo precisamente eso.