Una oración cuando necesito purificar mi corazón.
Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas. (Santiago 1:21)
Señor, Todos cosechamos lo que sembramos. Por eso, te pido que siembres un espíritu obediente en mí, para que mi vida produzca pensamientos, acciones y motivos puros. Muéstrame, cuando me vea tentado a apartarme de Tus caminos, las raíces de mi rebelión, y ayúdame a quitarlas de mi vida. Solo entonces mi corazón se volverá lo suficientemente moldeable y humilde para recibir la verdad que tú plantes allí. Haz que mi vida sea fructífera.