La naturaleza es muestra del increíble amor de Dios. Cada pájaro, cada flor, cada parte de nosotros es un presente producto de ese amor y un ejemplo magnífico de su perfección. Si contamos con un Padre amoroso que nos da y nos ha dado tanto, preocuparnos no tiene sentido.
No tengas miedo del futuro. El Dios que te ha bendecido en muchas ocasiones, también se encuentra contigo hoy.