Escucha:
Aguarda a Jehová; Esfuérzate, y aliéntese tu corazón; Sí, espera a Jehová. (Salmos 27:14)
Piensa:
Todos queremos cambios a veces en nuestras vidas, pero no siempre queremos pasar por el proceso que lleva para llegar allí. Por lo general, toma más de lo que pensamos que debería, y siempre hay períodos de espera en el camino. La pregunta es, ¿vamos a esperar de manera correcta o incorrecta? Si esperamos de la manera equivocada, seremos infelices; pero si decidimos esperar a la manera de Dios, podemos volvernos pacientes y en realidad disfrutar de la espera.
Los planes de Dios siempre son los más altos, pero en medio de las adversidades, resulta más compleo de lo normal entender la promesa de bienestar y cuidado que El Señor ofrece como garantía a todos aquellos que le siguen con fidelidad y perserverancia.
Se necesita práctica, pero a medida que dejamos que Dios nos ayude en cada situación, desarrollamos la paciencia, que es una de las virtudes cristianas más importantes. La paciencia es un fruto del Espíritu. Se desarrolla solo bajo prueba, entonces no debemos huir de situaciones difíciles. Porque a medida que desarrollamos la paciencia, la Biblia dice que llevará a feliz término la obra, para que seamos perfectos e íntegros, sin que nos falte nada (ver Santiago 1: 2-4).
Incluso nuestra relación con Dios implica cambios progresivos. Aprendemos a confiar en Él de una manera más profunda pasando por muchas experiencias que requieren que esperemos más de lo que nos gustaría.
Créeme, la espera puede ser difícil, pero te hará más fuerte. Los beneficios que trae la paciencia ciertamente vale la pena la incomodidad de esperar.
Ora:
Dios, quiero cambiar y profundizar en mi relación contigo. entiendo que esto significa desarrollar la paciencia, pero sé que creceré más fuerte a medida que desarrolles la paciencia en mí. Amén