Escucha:
“Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo” (Juan 16:33)
Piensa:
En el versículo de hoy, se nos enseña una verdad que como cristianos debemos internalizar: El Señor no nos promete una vida fácil, libre de carga y angustia; sin embargo nos ofrece la promesa de ante cualquier situación, contar con su presencia y compañía para superar cada uno de nuestros problemas
Isaías 43:2 nos recuerda que cuando atravesamos aguas profundas, Dios está con nosotros. Aunque no siempre entendamos los propósitos del Señor en las pruebas, podemos confiar en la intención de su corazón, porque lo conocemos.
Nuestro Dios abunda en amor y “ni la muerte, ni la vida, ni lo presente, ni lo por venir, nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro” (Romanos 8:38-39). Cuando surjan dificultades, Él prometió estar siempre con nosotros.
Ora:
Señor, ayúdame a comprender que en cualquier angustia y ante cualquier tormenta, cuento con la maravillosa promesa de Tu presencia, que me salvará, me librará y me llevará de nuevo al bien, que has trazado para mí. Amén.