Escucha:
Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos. (Colosenses 3:15)
Piensa:
¿Alguna vez ha notado usted que algunos versículos de la Biblia parecen más fácil de memorizar que de poner en práctica? Uno que nos viene de inmediato a la mente, especialmente durante el tiempo de Acción de Gracias, es “Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús” (1 Ts 5.18). La palabra “todo” es desafiante, porque hay situaciones en la que no nos sentimos especialmente agradecidos. Hay problemas que enfrentamos, los cuales afectan negativamente todos los aspectos de la vida, robándonos la alegría y quitando nuestro enfoque del Salvador.
A lo largo de los años, ha habido veces cuando al comienzo del servicio de la iglesia, mi corazón ha estado en otra parte. Me he preparado mental y espiritualmente lo más que he podido para predicar el mensaje, pero emocionalmente he estado luchando con algún problema.
Han sido en esos momentos cuando he experimentado algo extraordinario. Cuando escuchando la música, mi corazón ha reaccionado a las palabras de los himnos. El Salmo 22.3 nos dice que el Señor habita entre nuestras alabanzas, y por eso somos sabios al darle gracias “en todo”, aun en las circunstancias difíciles. El hacer esto, mi atención ha cambiado de la adversidad, al amor, provisión y carácter maravillosos de Dios.
La Palabra de Dios nos exhorta siempre a expresar nuestra gratitud al Señor, no importa lo que estemos enfrentando. ¿Por qué razón? Porque cuando nos enfocamos en Dios en vez de hacerlo en el problema, nos damos cuenta de que Él ya nos ha dado la victoria.
Ora:
Señor, Te doy gracias por este nuevo que me regalas y en el que puedo disfrutar de la maravilla de Tu creación. Te agradezco Padre por cada prueba en la que aprendo a confiar más en Tu poder.