Escucha:
“Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados. Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante” (Efesios 5:1-2)
Piensa:
Muchas veces pasamos por alto que las acciones son mas valiosas que las palabras y que por ende si pregonamos con nuestro ejemplo, podremos transmitir con mucho más fuerza el sentido de aquello que hacemos.
Las escrituras de hoy nos exhortan a eso, a ser imitadores de Dios, pero dando el ejemplo y siendo testimonio de su poder de transformación con nuestras obras y acciones, sacrificio y amor desprendidos, alejando de nosotros contiendas, rencor y todos aquellos malos sentimientos que nos alejan de horar al Señor.
La sabiduría de Las Escrituras nos enseña que el premio del Señor, lo merecen todos aquellos que mediante el buen fruto, conducen a sus hermanos los senderos de Dios: “Porque ni de oriente ni de occidente, Ni del desierto viene el enaltecimiento. Mas Dios es el juez; A éste humilla, y a aquél enaltece”. (Salmos 75:6-7)
Ten presente hoy transitar por el camino del buen ejemplo. Se consciente de tus comportamientos y de la manera en que tus acciones actuales son reflejo de la persona que Dios quiere que seas para contigo y para otros. Recuerda que sólo podremos ser dignos imitadores de Dios en la medida en que seamos instrumento del Señor para servir a otros y acercarlos a Su camino.
Se Hoy Su mejor ejemplo.
Ora:
Señor, quiero imitarte, seguir tu ejemplo y convertirme en un modelo que sirva a otros en su desarrollo. Dame sabiduría para tomar las decisiones correctas y de esa forma ser, con mis dones y capacidades instrumento de tu acción y propósito en la vida de los que me rodean. Amén.