Escucha:
¿Hasta cuándo, Jehová? ¿Me olvidarás para siempre? ¿Hasta cuándo esconderás tu rostro de mí? (Salmos 13:1)
Piensa:
Los tiempos de prueba pueden traer a nuestra mente la pregunta que se hizo David en el salmo de hoy: “¿Hasta cuándo, Jehová?” . Seis veces hizo al Señor esa interrogante, la misma que los mártires del evangelio, alguna vez, tambien realizaron.
Es indudable, que en momentos de circunstancias apremiantes, que escapan totalmente de nuestro control, podemos en la angustia, ser sobrepasados y sentir que Dios se olvidó de nosotros. Fue este el caso de David, quién al escribir el Salmo 13, estaba huyendo de una muerte segura a manos de Saúl.
¿De quién huyes hoy? ¿Qué problema estás tratando de olvidar? ¿A qué clase de presiones te enfrentas? ¿Alguna vez se te ha ocurrido que la única salida podría ser abandonarlo todo y desaparecer? ¿Miras por todas partes y no ves luz al final del túnel? ¿Clamas y tu impresión es pensar que Dios no te responde?
Ah, amigo mío, puede que hoy la luz que alumbraba tu camino este rodeada de nubes oscuras, pero no olvides que al final, siempre, en un nuevo día sobre ellas brillará el sol. Porque no existe ninguna tormenta voraz, ni nube tan oscura, capaz de apagar el sol. Asi como no existe carga que no pueda ser llevada desde y por la infinita gracia del Señor.
Así que no te desesperes. Si Dios, en su perfecta sabiduría, te permite vivir el momento que estás viviendo, es porque tiene algo más grande y mejor para ti. Espera un poco y el sol volverá a brillar. Dios no te ha olvidado. No duerme. Mantente alerta. Así que no te preguntes como David: “¿Hasta cuándo, Señor? ” Sino reafírmate: “Señor, junto a Ti sera esta una prueba superada y una lección aprendida, siempre por mi bien”
Ora:
Señor, dame la fuerza para no desistir aún en la más adversa de las situaciones. Qué pueda recordar en esos momentos, que nunca me dejarías y que junto con la Prueba, me darás la salida y la victoria. Amén