Reconoced que Jehová es Dios; El nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos; Pueblo suyo somos, y ovejas de su prado. Entrad por sus puertas con acción de gracias, Por sus atrios con alabanza; Alabadle, bendecid su nombre. (Salmos 100:3-4)
En cualquier circunstancia, ya sea en la alegría de una conquista o ante la angustia de un problema, agradezcamos a Dios las maravillosas bendiciones que nos entrega: un nuevo día de vida, provisión a nuestra mesa, su amor contante e incondicional. Fortalecer una actitud de gratitud hacia nuestro Padre, es una gran manera de glorificarlo.