Bienaventurado el hombre que siempre teme a Dios; Mas el que endurece su corazón caerá en el mal. Proverbios 28:14
Qué maravilloso es tener una relación con el Dios vivo. Incluso en este momento, Él sabe lo que sientes y piensas, quién eres y cuáles son tus miedos, dudas, pero también motivaciones y deseos. Sabe lo que te gusta, lo que no te gusta, tus sueños, miedos y heridas. Él sabe lo que te trae verdadera alegría, paz y satisfacción. Como tu Creador, El sabe todo acerca de tu vida y como hacerla la mejor vida posible. No sólo eso, tu Padre celestial también conoce cada detalle acerca de cada circunstancia que estés transitando. Él ve el principio y el final, y cada paso que das en todo ese camino.
Mientras te sientas y consideras las decisiones que tienes ante ti hoy, puedes estar en desacuerdo sobre qué alternativa tomar porque tu sabiduría terrenal es limitada. Puede que pienses: «¿Cómo han respondido antes hombres y mujeres a estos factores de estrés? ¿Qué cosa podría funcionar en esta situación?». Buscas en Internet, lees libros y consultas a amigos, pero ninguna respuesta parece del todo acertada.
Sin embargo, no tienes que desesperar, porque la sabiduría perfecta e ilimitada de Dios está a tu disposición. No sólo tiene a la vista tu pasado -y, por tanto, entiende qué cosas pueden limitarte-, sino que también ve todo tu futuro y sabe cómo llevarte adonde fuiste creado.
Por lo tanto, hoy, en lugar de luchar con tu limitada sabiduría, busca la perspectiva de tu Padre celestial. Pregúntale: «Padre, ¿qué quieres que haga?» y obedécele como el Dios grande y maravilloso que es. Respeta Su sabiduría, reconoce Su soberanía y sé humilde ante tu Señor, tu Salvador y tu Rey. Él sabe lo que es mejor para ti y nunca dejará que te pierdas de Sus caminos. Como promete Romanos 10:11, “Pues la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado”.
Padre, dame Tu sabiduría para que pueda seguir tus pasos. Tú eres mi esperanza. Te obedeceré, y reclamaré en Tus tiempos perfectos, las promesas de victoria que nos has revelado en Tu Santa Palabra. En El Nombre de Jesús, Amén.