Porque el que me halle, hallará la vida, Y alcanzará el favor de Jehová. Proverbios 8:35
Todos deseamos la vida: una vida verdadera y abundante que llene nuestra alma de plenitud, alegría y paz. Sin embargo, cuando intentamos conseguir una vida así con nuestra propia sabiduría y fuerza, a menudo nos decepcionamos. Esto se debe a que nuestra carne -y, por tanto, nuestra forma de actuar- está caída y es incapaz de alcanzar aquello para lo que fue creado por Dios (Proverbios 14:12). Entonces, ¿cómo podemos experimentar la vida verdadera? Sólo a través de Aquel que la da en abundancia (Juan 10:10).
Jesús dijo: “Quien quiera salvar su vida, la perderá; pero quien pierda su vida por Mi causa, la encontrará” (Mateo 16:25). Para obtener la victoria espiritual, debemos someternos a Cristo y renunciar al derecho a dirigir nuestras propias vidas. No tenemos el poder de ser personas santas por nuestras propias fuerzas. Pero a medida que nos rindamos a Jesús y vivamos por fe, descubriremos el poder de vivir la vida audaz, confiada y gozosa para la que Dios nos creó.
Así que experimenta la maravillosa vida que Cristo ha planeado para ti cediéndole el control. En primer lugar, empieza confesando tu incapacidad, reconociendo que muchas veces te has sentido espiritualmente frustrado o derrotado. En segundo lugar, reconoce que Jesús es Dios y te dará todo lo que necesites para vivir la vida cristiana. Tercero, abandona tus propios esfuerzos por “ser lo bastante bueno” o “hacer lo bastante” para agradarle, dándole permiso para que viva Su vida a través de ti. Por último, di en voz alta: “Jesús, por favor, vive a través de mí. Me someto a Tu voluntad”. De este modo, experimentarás la vida extraordinaria que Él tiene para ti.
Dios Te Bendiga.
Señor, quiero la vida abundante que Tú ofreces. Me someto a Ti y alabo Tu santo nombre. En El Nombre de Jesús, Amén.
